Última actualización julio 28, 2016
Son pocos los equipos que disputan los juegos olímpicos en basquetbol ( dos grupos de seis países), por ende, el nivel es altísimo, como el de ninguna otra competencia. El seleccionado argentino lo sabe y tuvo unos partidos preparativos acordes a la magna cita: dos encuentros con Nigeria y, finalmente, un partido adosado a un final de infarto contra la poderosa Lituania, con victoria local en Tecnópolis por 86-85. Te contamos aquí todo, como siempre ¡Rumbo a Río!
Mejor munirse para lo peor que caer de improviso. Esa puede ser la premisa del selectivo dirigido por Hernández, que luego de encuentros anodinos con Nigeria y cierto rendimiento opaco, se resarció contra una potencia como Lituania, entre puños apretados y corazones acelerados en el recinto de Tecnópolis.
Es que el 86-85 pasa ser anecdótico si se tiene en cuenta los altibajos en el duelo y sobre todo el papel de los jóvenes, quienes se cargaron la responsabilidad en el hombro y brindaron una victoria que ilusiona. Más allá de los que quedan de la Generación Dorada, son ellos quienes van a dar un salto cualitativo a la Argentina, por su talento y energías.
«Hasta ahora fue el partido más duro que tuvimos, sin contar el de Estados Unidos. Le jugamos de igual a igual a una potencia europea y eso nos reconforta sobre todo porque los más chicos del plantel también tuvieron buena participación. Yo estaba para jugar más minutos, pero decidimos cuidarnos para lo que viene”, recalcó la estrella, Emanuel Ginóbili. Es que los grandes deben descansar y ahí están los de menos experiencia para apoyar. Campazzo entre rivales saltó con una flotadora y dio los puntos del triunfo, luego de dos insospechados tiempos suplementarios. Sin lugar a dudas, una excelente antesala para Río 2016.
